Creemos en los valores occidentales del humanismo clásico y de raíz judeocristiana que han forjado la idiosincrasia, organización constitucional e instituciones de nuestros países. Promovemos la necesidad de preservarlos, renovarlos y proyectarlos en nuestra sociedad y en las nuevas generaciones, hacia el futuro, en un marco de tolerancia y de interacción con las demás concepciones culturales.