LA FORMACIÓN DEL DIRIGENTE ES UNA FORMACIÓN DEL CARÁCTER

Costó mucho advertir que la formación teórica de los nuevos dirigentes no la pueden brindar de manera exclusiva las universidades y los centros de estudio (think tanks), por muy importante que sea su contribución a respecto.

El desafío de CIVILITAS, en cambio, es forjar a esta nueva generación de líderes en la prudencia que supone tomar la decisión correcta en el momento oportuno y ser capaces de moverse en realidades muy adversas y distorsionadas, sin caer en la tentación del pragmatismo, ni del fundamentalismo.

Esa prudencia no lo da la universidad, sino que la brinda la experiencia del contacto con la realidad.

Mantenerse apegados a los principios y los valores, al proyecto de bien común en su fase sustantiva, pero con gran flexibilidad y creatividad en la fase de su instrumentación, es un verdadero dilema de fines y medios, hoy por hoy el examen diario de un verdadero dirigente.

Con esta premisa, CIVILITAS busca facilitar a los dirigentes experiencias, ámbitos, encuentros, viajes y contrastes que les permitan forjar su carácter antes de entrar a la acción pública y durante esa misma acción.