Construyendo

los valores del cambio.

Apartidaria

y aconfesional.

Fundada en 1988

en la ciudad de Córdoba.

  • Provincia de Córdoba, República Argentina
  • info@civilitas.ar

Construyendo

los valores del cambio.

Apartidaria

y aconfesional.

Fundada en 1988

en la ciudad de Córdoba.

Valores

Creemos en los valores occidentales del humanismo clásico y de raíz judeocristiana que han forjado la idiosincrasia, organización constitucional e instituciones de nuestros países. Promovemos la necesidad de preservarlos, renovarlos y proyectarlos en nuestra sociedad y en las nuevas generaciones, hacia el futuro, en un marco de tolerancia y de interacción con las demás concepciones culturales.
Propiciamos un cambio de paradigmas ciudadanos para generar el necesario apego al cumplimiento de la ley y de la palabra empeñada, la actitud cívica comprometida con los deberes públicos, el respeto por las normas de conveniencia y el espíritu solidario.
Creemos y rescatamos el concepto de Bien Común como fin de la política y del Estado. Rechazamos las distorsiones producidas por el mal funcionamiento de las instituciones políticas en nuestro sistema democrático y republicano y el impacto perverso que han tenido las influencias de los intereses corporativos.
Creemos que los gobernantes deben estar al servicio de la comunidad y sostener en sus actos públicos y privados una actitud ejemplar de honestidad y de austeridad frente a los ciudadanos. La base de la transformación política que está esperando la ciudadanía de todo el mundo pasa por el ejemplo de las acciones concretas y la mayor responsabilidad para cumplir con esta expectativa está en las personas que ocupan posiciones directivas.
Creemos que el poder de transformación está en la comunidad y que las decisiones políticas deben involucrar a los ciudadanos en la medida en que sea posible en un sistema representativo.
La libre iniciativa privada, el respeto por la propiedad privada y el principio de subsidiariedad son pilares de un desarrollo genuino que respete la dignidad de las personas.
Creemos en el fortalecimiento de la Sociedad Civil como factor de estabilidad y de sustentabilidad, frente a la crisis de la política y las amenazas hegemónicas y totalitarias.
Creemos en los proyectos nacionales, en el marco promisorio de la integración supranacional hacia un orden jurídico y económico global.
Creemos en la importancia de un Estado eficaz, que sea capaz de desarrollar políticas de Estado y de integración al mundo, en el marco de una visión moderna y estratégica.
Propiciamos un especial esmero por hacer más eficiente la tarea del Estado respecto de sus funciones básicas: la seguridad, la educación, la salud, la Justicia y las garantías de cumplimiento de la ley, con equilibrio fiscal y una administración inteligente de los recursos.
Defendemos los procesos de federalismo y de acercamiento del poder a la gente. Creemos en el carácter estratégico de la regionalización voluntaria y en la descentralización del Estado y de las funciones de gobierno hacia los municipios.
Creemos en la equidad social fundamentada en el destino común de los bienes de la tierra y en el acceso a una verdadera igualdad de oportunidades para todos.
Creemos que es posible construir una sociedad justa, en la cual una misma ley alcance a todos por igual y garantice iguales oportunidades para cada uno.
Creemos que es posible superar la pobreza y la desigual distribución de la riqueza a través de la educación y la promoción humana.
Rechazamos el clientelismo y las políticas populistas que mantienen en múltiples regiones del mundo sojuzgados a los ciudadanos que pretenden asistir.
Creemos en la educación, principio rector del desarrollo social, y en la necesidad de garantizar la escuela pública y gratuita y la equidad en el sistema educativo.
Promovemos la construcción de una nueva relación entre capital y trabajo acorde a las nuevas realidades de la economía global. Alentamos la globalización de la solidaridad a nivel mundial.
Creemos en el hombre como ser único y trascendente, principio y fin de toda estructura política, social y económica, que debe ser protegido y respetado desde su concepción y hasta su muerte.
Creemos que la familia, núcleo básico de la sociedad, formado por un hombre y una mujer con vocación de descendencia, debe ser respetada y fortalecida como eje central de todas las políticas sociales.
Defendemos la importancia del desarrollo de marcos comunitarios fuertes que permitan la realización plena de las personas en una proyección moderna e integral del concepto de ciudadanía.
Aspiramos a una relación armónica del hombre con la naturaleza y alentamos el desarrollo de políticas ecológicas respetuosas del equilibrio ambiental.
Creemos que el desarrollo económico sustentable exige recuperar la confianza en las instituciones nacionales e internacionales. Para lograrlo será necesario garantizar el respeto por el orden jurídico y el prestigio de las autoridades políticas sobre la base de renovadas visiones sobre el proyecto de bien común a escala global, la capacidad de estos dirigentes para plasmarlo en políticas de Estado, honestidad y eficacia en la tarea de gestión de esas políticas y un horizonte claro de inserción de los respectivos países en los escenarios más competitivos del mundo.
Alentamos la inversión extranjera y la apertura de la economía nacional a la competencia internacional como herramienta de desarrollo, cuidando que las empresas locales y nacionales tengan las condiciones para competir en esos escenarios.
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